
Los objetos atemporales, nacidos de una mezcla de innovación y originalidad, permanecen en la memoria colectiva.
Cuando se piensa en los iconos de diseño, es difícil imaginar algo menos grandilocuente, porque son objetos diseñados para el uso diario.
Si se trata de diseño debe tener algo especial; Este es el pensamiento común. No necesariamente, o más bien “lo especial” es lo que capta el sentido del momento e incluso lo supera proyectándolo hacia el futuro. Y cuando viven en el futuro se hacen objeto iconos y es precisamente allí donde el diseño encuentra verdaderamente el sentido de existir, como un objeto iconos que gracias a su calidad y difusión pasa a ser propiedad de la gente, hablándole de las ideas, de los impulsos y pasiones de las empresas.
Una mezcla que genera objetos que se convierten en símbolos de un camino que ha visto más allá de la evidencia del producto presentado por el diseñador, rico de una sensibilidad comunicativa; sabiendo que este es uno de los componentes principales para comprender y dejar claro cuánto puede satisfacer o implementar los deseos del cliente y cuánto puede expandirse en un mercado u otro.
Llegar al consumidor no solo con el producto, sino con la marca, un fuerte valor agregado.
Un camino que en primer lugar genera lo que luego se define como gestión del diseño: organizar con nuevos métodos, la elección relativa del mercado identificando y comunicando la singularidad del producto y, no menos, la gestión de un equipo multidisciplinar. Un proceso estructurado prestado al diseño, no lineal e iterativo; donde la creación y la propuesta de nuevas soluciones eran antes definidas como Design management y ahora, evolucionadas, son definidas como Design thinking …
Todo el equipo de Perobell ya lo hicieron desde los inicios, enfocando el definir los objetivos con los proyectos, la organización y la alineación del equipo de trabajo multidisciplinar, el valor y la coherencia de la marca, la oferta de productos y servicios, el enfoque de la comunicación online y offline. Todos estos elementos, han llevado a los productos a convertirse en iconos y en los cuales apoyarse para crear un nuevo camino entre pasado, presente y futuro. Porque como digo siempre “El futuro está a nuestra espalda”.
Dario Gagliardini